Minirrobots capaces de polinizar cultivos y realizar misiones de riesgo
Es público y notorio el problema global que está causando el llamado despoblamiento de las colmenas. La preocupación internacional por la desaparición de millones de abejas cada año no es en absoluto baladí. Por ello, mientras un ejército de científicos intenta descubrir cómo combatir esa debacle, otros investigadores trabajan en lo que podríamos llamar un «plan B»: los RoboBees, unos diminutos robots autónomos de 3 centímetros de longitud que, inspirados en la biología de las abejas, podrían actuar como un ejército de minidrones polinizadores en caso de necesidad.
Estos robots en miniatura han sido diseñados en la Escuela de ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad Harvard, en colaboración con otros departamentos e institutos amparados por este organismo estadounidense situado en Cambridge, Massachusetts, como el Instituto Wyss, dedicado a la ingeniería inspirada en la biología. Pero no es solo el colapso de las colmenas lo que ha lanzado a estos investigadores al diseño de unas abejas mecánicas. Hay otras aplicaciones de gran utilidad que los insectos robóticos podrían llevar a cabo. Por ejemplo, misiones de reconocimiento de áreas afectadas por desastres naturales o por conflictos bélicos, exploraciones en lugares ambientalmente peligrosos, toma de datos meteorológicos, monitorización del tráfico y, por supuesto, contribuir a la polinización de áreas climáticamente desfavorecidas.
En pocos años parece que ya estará listo el primer ejército de RoboBees, los cuales, equipados con microprocesadores, sensores y cámaras, volarán hacia su cometido gracias a sus minialas de fibra de carbono. Un dato esencial es que los minirrobots serán capaces de coordinarse entre ellos. Porque, al igual que los humanos, ni las abejas ni sus avatares mecánicos podrán realizar jamás grandes logros de forma individual.
Estos robots en miniatura han sido diseñados en la Escuela de ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad Harvard, en colaboración con otros departamentos e institutos amparados por este organismo estadounidense situado en Cambridge, Massachusetts, como el Instituto Wyss, dedicado a la ingeniería inspirada en la biología. Pero no es solo el colapso de las colmenas lo que ha lanzado a estos investigadores al diseño de unas abejas mecánicas. Hay otras aplicaciones de gran utilidad que los insectos robóticos podrían llevar a cabo. Por ejemplo, misiones de reconocimiento de áreas afectadas por desastres naturales o por conflictos bélicos, exploraciones en lugares ambientalmente peligrosos, toma de datos meteorológicos, monitorización del tráfico y, por supuesto, contribuir a la polinización de áreas climáticamente desfavorecidas.
En pocos años parece que ya estará listo el primer ejército de RoboBees, los cuales, equipados con microprocesadores, sensores y cámaras, volarán hacia su cometido gracias a sus minialas de fibra de carbono. Un dato esencial es que los minirrobots serán capaces de coordinarse entre ellos. Porque, al igual que los humanos, ni las abejas ni sus avatares mecánicos podrán realizar jamás grandes logros de forma individual.
¿Por qué he elegido esta noticia, que me ha llamado la atención?
En primer lugar he elegido esta noticia porque el título me ha impactado mucho. En segundo lugar al leerla me he dado cuenta de la gran relación que tiene con el tema del avance de los materiales, como la fibra de carbono, y además con el tema anterior del medioambiente. Por último, me parece una propuesta muy interesante que debería conocerse.
¿Qué influencia puede tener en la sociedad actual?
Tal y como redacta el artículo, la utilización de estos nanorobots sería muy beneficiosa para aquellas zonas que necesitan ser polinizadas, así como el uso de ellos para tareas de reconocimiento, investigación y seguimiento. Se me ocurre que podrían utilizarse, por ejemplo, para el seguimiento de animales en peligro de extinción y así monitorizarlos, como ya se está haciendo por medio de chips.
¿Cuál es mi valoración personal de la noticia, del trabajo?
Como ya he dicho me parece una idea fantástica y un ejemplo de cómo el uso de robots puede beneficiar a toda la población. Por último me llama la atención como resaltan que el trabajo de estos nanorobots, será conjunto y no individual, elogiando las cualidades naturales de las abejas, que realizan su trabajo juntas y resulta más efectivo.
Más información en: http://robobees.seas.harvard.edu/
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