miércoles, 11 de febrero de 2015

Biomarcadores: un cáncer con nombre y DNI

Se calcula que una cada dos personas nacidas hoy en España será diagnosticada de cáncer a lo largo de su vida pero gracias a los avances en cribado, diagnóstico precoz y a la mejora de los tratamientos se espera que la mortalidad siga disminuyendo. Afortunadamente, a pesar del aumento del número de pacientes diagnosticados de cáncer, la mortalidad está disminuyendo en la mayoría de tumores, asegura Pilar Garrido, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Y esto se debe, entre otras cosas a los avances en el tratamiento, pero también a las medidas de prevención y diagnóstico precoz.

Biomarcadores: un cáncer con nombre y DNI

Inmunoterapia

Y es que en los últimos años una gran esperanza para el tratamiento del cáncer se ha abierto en el campo del tratamiento inmunológico contra el cáncer, la inmunoterapia, explica el oncólogo Javier de Castro, del Hospital Universitario La Paz-. «Se ha descubierto que el sistema inmunológico fracasaba en el reconocimiento del tumor porque ponía en funcionamiento mecanismos de bloqueo de las células del sistema inmunológico encargadas de la vigilancia, lo que convertía al tumor en cierta manera en ‘irreconocible’ y no ser visto como una amenaza, y por tanto, no podía ser eficazmente identificado y controlado».
De alguna forma, continúa, el tumor pone en marcha los mecanismos que bloquean la respuesta inmunológica. «Estos mecanismos son fundamentales, en condiciones normales, para impedir que el sistema inmunológico esté permanente activo produciendo una respuesta constante que llevaría al organismo a una permanente activación inmunológica anómala. Dichos mecanismos de control del sistema inmunológico, denominados ‘inmune check-points’ hacen que la célula entre en periodos de “anergia” fundamentales para el control de la respuesta inmunológica». Y, explica, cuando esta respuesta está constantemente activada se producen las enfermedades autoinmunes y las alergias que no serían nada más que enfermedades producidas por una continua activación del sistema inmunológico. «Por tanto, la presencia de los 'inmune check-points' evitaría esta constante estimulación de la respuesta inmunológica; sin embargo, el cáncer pondría en funcionamiento estos mecanismos de control inmunológico para evitar ser reconocido por el sistema de defensa del organismo».
Pero ahora ya se sabe que el tumor bloquea estos sistemas de reconocimiento y control inmunológico situados en las principales células del sistema inmunológico, los linfocitos, a través de una interacción directa o indirecta, pero también que es posible utilizar medicamentos –anticuerpos- que activan estos linfocitos fundamentales para la defensa directa contra el tumor, o que bloquean la interacción que se establece entre los linfocitos, la célula tumoral y otras células del sistema inmunológico. Así, subraya, «en la medida que se rompe esta unión, se libera al linfocito que será capaz de reconocer y atacar a la célula tumoral». De hecho, la inmunoterapia es ya una realidad en el tratamiento del melanoma, pero además se están obteniendo resultados muy alentadores en otros tumores como el cáncer de pulmón. «Estamos ante una nueva vía de tratamiento contra el cáncer que puede suponer una revolución».

Biomarcadores

Cuando se habla de cáncer no se hace de un único tipo de enfermedad, sino de un abanico de procesos tumorales con características diferenciales. Incluso cuando los oncólogos creen que se está ante dos tumores que parecen iguales porque se originan en un mismo tejido u órgano o cuando parecen idénticos desde el punto de vista clínico o microscópico, son dos entidades completamente diferentes que pueden tener un comportamiento biológico radicalmente opuestos.

Además, en los últimos años los oncólogos han aprendido que no todos los cánceres se comportan de la misma forma ni responden a los mismos tratamientos, incluso aunque tengan el mismo origen o tengan características clínicas o patológicas parecidas. «Así, hemos sido capaces de identificar algunos factores, llamados biomarcadores, que puedan diferenciar a los distintos tipos de cáncer que sabemos van a tener una evolución o un tratamiento concreto».
Es decir, señala De Castro, un biomarcador tumoral sería el equivalente a poner apellidos al tumor y así lograr una mayor personalización del tipo de enfermedad que padece el paciente y de la estrategia terapéutica a seguir

OPINIÓN PERSONAL

He elegido esta noticia por que me parece muy interesante y por que es un gran avance para esta enfermedad ya que muchas personas mueren por cáncer y sufren, poco a poco irán desarrollando varias opciones para poder combatir esta grave enfermedad.

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