Se calcula que una cada dos
personas nacidas hoy en España será diagnosticada
de cáncer a lo largo de su vida pero gracias a los avances en cribado,
diagnóstico precoz y a la mejora de los tratamientos se espera que la
mortalidad siga disminuyendo. Afortunadamente, a pesar del aumento del número
de pacientes diagnosticados de cáncer, la
mortalidad está disminuyendo en la mayoría de tumores, asegura Pilar
Garrido, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Y esto
se debe, entre otras cosas a los avances en el tratamiento, pero también a las
medidas de prevención y diagnóstico precoz.
Inmunoterapia
Y es que en los últimos años
una gran esperanza para el tratamiento del cáncer se ha abierto en el campo del
tratamiento inmunológico contra el
cáncer, la inmunoterapia, explica el oncólogo Javier de Castro, del
Hospital Universitario La Paz-. «Se ha descubierto que el sistema
inmunológico fracasaba en el reconocimiento del tumor porque ponía en
funcionamiento mecanismos de bloqueo de las células del sistema inmunológico
encargadas de la vigilancia, lo que convertía al tumor en cierta manera en
‘irreconocible’ y no ser visto como una amenaza, y por tanto, no podía ser
eficazmente identificado y controlado».
De alguna forma, continúa, el tumor pone en marcha los mecanismos que
bloquean la respuesta inmunológica. «Estos mecanismos son fundamentales, en
condiciones normales, para impedir que el sistema inmunológico esté permanente
activo produciendo una respuesta constante que llevaría al organismo a una
permanente activación inmunológica anómala. Dichos mecanismos de control del
sistema inmunológico, denominados ‘inmune check-points’ hacen que la célula
entre en periodos de “anergia” fundamentales para el control de la respuesta
inmunológica». Y, explica, cuando esta
respuesta está constantemente activada se producen las enfermedades autoinmunes
y las alergias que no serían nada más que enfermedades producidas por una
continua activación del sistema inmunológico. «Por tanto, la presencia de
los 'inmune check-points' evitaría esta constante estimulación de la respuesta
inmunológica; sin embargo, el cáncer pondría en funcionamiento estos mecanismos
de control inmunológico para evitar ser reconocido por el sistema de defensa
del organismo».
Pero ahora ya se sabe que el tumor bloquea estos sistemas de
reconocimiento y control inmunológico situados en las principales células del
sistema inmunológico, los linfocitos, a través de una interacción directa o
indirecta, pero también que es posible utilizar medicamentos –anticuerpos-
que activan estos linfocitos fundamentales para la defensa directa contra el
tumor, o que bloquean la interacción que se establece entre los linfocitos, la
célula tumoral y otras células del sistema inmunológico. Así, subraya, «en la
medida que se rompe esta unión, se libera al linfocito que será capaz de
reconocer y atacar a la célula tumoral». De hecho, la inmunoterapia es ya una
realidad en el tratamiento del melanoma, pero además se están obteniendo
resultados muy alentadores en otros tumores como el cáncer de pulmón. «Estamos
ante una nueva vía de tratamiento contra el cáncer que puede suponer una
revolución».
Biomarcadores
Cuando se habla de cáncer no
se hace de un único tipo de enfermedad, sino de un abanico de procesos
tumorales con características diferenciales. Incluso cuando los oncólogos creen
que se está ante dos tumores que parecen iguales porque se originan en un mismo
tejido u órgano o cuando parecen idénticos desde el punto de vista clínico o
microscópico, son dos entidades completamente diferentes que pueden tener un
comportamiento biológico radicalmente opuestos.
Además, en los últimos años
los oncólogos han aprendido que no todos
los cánceres se comportan de la misma forma ni responden a los mismos
tratamientos, incluso aunque tengan el mismo origen o tengan
características clínicas o patológicas parecidas. «Así, hemos sido capaces de identificar algunos factores, llamados
biomarcadores, que puedan diferenciar a los distintos tipos de cáncer que
sabemos van a tener una evolución o un tratamiento concreto».
Es decir, señala De Castro, un
biomarcador tumoral sería el equivalente a poner apellidos al tumor y así lograr una mayor personalización del tipo
de enfermedad que padece el paciente y de la estrategia terapéutica a
seguir
OPINIÓN PERSONAL
He elegido esta noticia por que me parece muy interesante y por que es un gran avance para esta enfermedad ya que muchas personas mueren por cáncer y sufren, poco a poco irán desarrollando varias opciones para poder combatir esta grave enfermedad.
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